domingo, 7 de abril de 2013

HISTORIA DE LA CORBATA, ICONO DE ELEGANCIA, PODER Y AHORA UNISEX


                  La historia de la corbata se remonta a unos cuantos cientos de años. El origen más claro se data en 1.660, en la contienda entre el regimiento Croata y los Turcos. Este regimiento (parte del imperio Austro-Húngaro), en una de sus visitas a París en el que se presentaban como héroes ante su Majestad Luis XIV (conocido por su gusto por el buen vestir y los pañuelos), los oficiales llevaban al cuello unos pañuelos de colores.
Estos pañuelos de colores parece que provienen de los oradores Romanos. Se ponían en el cuello para calentar y cuidar sus cuerdas vocales. Tanto le gustaron a Luis XIV que diseñó para el regimiento real un pañuelo con la insignia Real, y al que denominó Cravette, proveniente del vocablo Crabete, que significa Croata. Al regimiento se le conoció como el Royal Cravette.
En un principio se vestían todo tipo de tejidos y estampados. Y no existían patrones determinados para tal prenda, que se podían ver, incluso, con borlas y cordones y de múltiples tamaños. Las primeras corbatas eran todas de importación.Pronto la idea se extendió y cruzó el canal haciéndose un hueco en Inglaterra. Al principio no era muy corriente ver a la gente con un trozo de tela al cuello, pero la idea iba cuajando poco a poco.
A principios del siglo XX Europa comienza a fabricarlas. Aunque muchos historiadores predecían la desaparición de la corbata (no tenía sentido llevar un "trozo" de tela al cuello), la corbata perdura hasta nuestros días. La corbata pasó a ser un signo distintivo entre las clases más acomodadas.
El desgastado valor estético que le atribuían los diseñadores no parecía tal. Muchos fueron los partidarios de la corbata, alegando que realzaba el uso de la camisa y destacaba la verticalidad del cuerpo. Decían que la corbata añadía estilo, elegancia, color y textura a la austera camisa.
Y es del todo cierto. Un buen traje, aunque se note su calidad, no luce tanto sin corbata, como vistiendo una elegante corbata de seda con un nudo Windsor, por ejemplo.
Cierto es también que actualmente las formas, materiales y usos han variado, las mujeres las llevan igual de seguras que un hombre, el fetiche por la corbata jamas se extinguirá ya que es deseada tanto por ellos como por ellas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario